¿La pinta es lo de menos?

untitledEnsayar lo que se va a decir en la entrevista de trabajo; revisar que el CV esté impecable y sin errores; poner el despertador dos veces para no quedarse dormido… pero, ¿pensaste ya en qué es lo primero que quieras que vea tu entrevistador cuando pases a la sala?

La imagen dice mucho, y aunque lo que se evalúa en una entrevista de trabajo es la trayectoria y la personalidad, la primera impresión puede causar un impacto en la persona encargada de calificar al postulante, y debe tratarse con mucho cuidado. La buena apariencia y el cuidado de la imagen no tienen tanto que ver con la estética sino con los mensajes que se transmite: orden, rigurosidad en los detalles, consideración por la otra persona, interés por transmitir algo positivo.

Recuerda que el reclutador tiene poco tiempo para conocerte y que, en esa primera visita, se formará una opinión sobre ti. Este es, de algún modo, un elemento de marketing personal.

El clásico discurso del bacancito: “si quieren que trabaje para ellos que me acepten como soy”, queda para los que ponen excusas para no encontrar trabajo. Lo cierto es que el mismo entrevistador probablemente recibirá a otras personas igual de talentosas y que proyectan una mejor imagen.

Todo esto no quiere decir que uno tiene que traicionar su estilo o que existe un “uniforme” para las entrevistas de trabajo, ciertamente con la ropa uno puede decir mucho, pero así como uno cuida las palabras que dice en la entrevista, debe cuidar también las prendas que trae.

Depende, también, del puesto al que se esté postulando: no es lo mismo ir a una entrevista de trabajo para un estudio de abogados que para una agencia de publicidad, y así como el socio del estudio puede impactarse por un piercing en la ceja, al creativo le puede caer mal un traje acartonado y peinado de gomina. Es bueno, entonces, conocer antes de ir a la entrevista, un poco más del sector en el que se quiere trabajar, identificar los estilos y buscar lo más apropiado para cada uno.

Sin embargo, más allá de los estilos, hay algunas verdades universales que se aplican a todos los casos y que es necesario tener en cuenta para el momento de ir a una entrevista:

-Cerciorarse de que todo lo que llevemos esté totalmente limpio y planchado.

-Evitar la ropa muy ajustada, los escotes y los colores exageradamente fuertes.

-Evitar minifaldas demasiado cortas.

-No nos vistamos de fiesta, las camisas o las blusas no deben brillar.

-Descartar los peinados extravagantes.

-Llevar siempre el pelo ordenado.

-No usar accesorios o joyas muy llamativos.

-Olvidarse del exceso de maquillaje o las uñas pintadas de rojo pasión.

-Cuidado con el perfume, siempre que sea sutil.

 

2 Respuestas a “¿La pinta es lo de menos?

  1. owww. si tienen razon si yo fuera el reclutador tendria ke ver mucho la imagen

  2. Si bien como indica el artículo se valora la experiencia, trayectoria, valores y competencias, la imagen también es importante. Sin embargo hay una realidad que debemos enfrentar: no es cómodo ni práctico usar ropa formal. Quién no ha sufrido en verano (y más aún en esos terribles!) andar con tu saco del brazo y la corbata a medio ajustar? Dejar el auto en estacionamiento, usualmente una mole de cemento caliente, andar y llegar acalorado a la entrevista?.
    Como entrevistador trato de dar mayor comodidad a los postulantes indicándoles que pueden presentarse de «sport-elegante», pero no «acartonados» e incómodos con sacos y corbatas. Los comentarios siempre han sido positivos, ya que traduce una consideración de la empresa y nos habla de la cultura de la misma.
    Siempre puede observarse el orden y presentación en la persona: cuidado personal, cabello, cuidado de las prendas.

    Saludos,

    José Antonio

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